Plazos de entrega para maquetas profesionales: planifica y asegura la fecha

Francisco Piqueras
Vivimos a contrarreloj. Todo se mide en productividad, eficiencia y entregas inmediatas. En este contexto, es normal que cuando alguien encarga una maqueta profesional, lo primero que pregunte sea: “¿Para cuándo la tienes?”. Sin embargo, ese enfoque no encaja del todo en los plazos de entrega para maquetas profesionales.
A diferencia de otros procesos industriales, una maqueta no se fabrica en serie ni responde a fórmulas repetitivas. Cada una es una pieza artesanal, con un desarrollo técnico y creativo que cambia radicalmente de un encargo a otro. Por eso, hablar de plazos de entrega no es tan sencillo como dar una cifra exacta.
Pero no te preocupes: en este artículo vamos a ayudarte a entender plazos de entrega para maquetas profesionales, cómo planificar tu proyecto sin imprevistos y qué puedes hacer para facilitar el proceso.

¿Por qué no se pueden estandarizar los plazos en la fabricación de maquetas?
Cada maqueta es única, y eso cambia todo
En un mundo donde todo parece acelerarse y automatizarse, las maquetas siguen siendo un refugio de trabajo artesanal, minucioso y único. A diferencia de una línea de producción donde las tareas se repiten, en la fabricación de maquetas cada proyecto es una historia completamente distinta.
Incluso aunque se parezcan, dos maquetas nunca son iguales: cambian los materiales, la escala, los acabados, los mecanismos, el contexto… y eso transforma completamente los tiempos de ejecución.
No hay procesos estandarizados ni tiempos fijos
Como maquetistas, nos preguntan a menudo cuántos días se tarda en fabricar una maqueta, y aunque tratamos de dar una respuesta estimada, lo cierto es que es imposible establecer un plazo estándar.
Lo que en apariencia puede parecer sencillo, en realidad requiere una enorme dosis de adaptación, solución de problemas, pruebas y ajustes. Aquí no hay moldes repetibles, ni tiempos predecibles, sino procesos hechos a medida.

Plazos de entrega para maquetas profesionales según el tipo de maqueta
Aunque cada maqueta es diferente, con el tiempo hemos aprendido a establecer ciertos rangos orientativos que sirven de guía a nuestros clientes. Estos plazos están calculados en días hábiles y contemplan desde los primeros trabajos de diseño hasta la entrega final. Aquí tienes una referencia útil:
Maquetas topográficas
Pequeña (15 días hábiles): Una maqueta que representa un entorno natural o urbano reducido, como un pequeño parque o un sector de una ciudad, con pocos elementos en relieve. Ideal para presentaciones rápidas o estudios de impacto visual.
Grande (25 días hábiles): Representa un territorio extenso, con distintos niveles, vegetación, cuerpos de agua y estructuras. Suele usarse en proyectos de urbanismo, ordenación territorial o interpretación paisajística.
Maqueta arquitectónica
Pequeña (20 días hábiles): Representa un solo edificio, generalmente a escala menor, sin demasiados detalles interiores. Se usa en concursos o presentaciones iniciales.
Grande (30 a 40 días hábiles): Incluye un conjunto de edificaciones, urbanización, vegetación, vehículos y mobiliario urbano. Puede tener iluminación ambiental o techos desmontables para mostrar interiores.
Maqueta industrial
Pequeña (20 días hábiles): Modelo compacto de una máquina, pieza técnica o parte de una instalación, con un enfoque más funcional que decorativo.
Grande (40 a 50 días hábiles): Representación a escala de una planta industrial, cadena de montaje o sistema logístico, incluyendo señalética, recorridos y estructuras auxiliares.
Maqueta interactiva con iluminación
Pequeña (30 días hábiles): Una maqueta que utiliza iluminación puntual para destacar zonas específicas (como viviendas vendidas en un conjunto residencial). Puede tener botones físicos para activación.
Grande (40 a 60 días hábiles): Incluye iluminación secuencial o programada, simulación de horarios (día/noche), y zonas diferenciadas por colores, útil en museos o exposiciones permanentes.
Maqueta interactiva con sistema de control táctil
Pequeña (35 días hábiles): Maqueta de un edificio o instalación con pantalla táctil lateral, desde la que se activan luces o se muestran contenidos digitales sincronizados.
Grande (45 días hábiles): Integración de pantalla táctil grande o software personalizado, con múltiples zonas activables, proyecciones o cambios de estado visibles en la maqueta.
Maqueta interactiva con elementos mecánicos o sensores
Pequeña (40 días hábiles): Modelo con un pequeño mecanismo visible (una compuerta que se abre, un vehículo que se mueve), activado manual o automáticamente.
Grande (50 días hábiles): Incluye sensores, motores, luces, sonido o elementos móviles complejos. Ideal para centros de interpretación o simuladores de procesos industriales o urbanos.
¿Te dicen 40 días? Piensa en 60
Hay un aspecto que muchas veces se pasa por alto y que es clave: la disponibilidad real del taller. Aunque te digamos que una maqueta puede hacerse en 40 días hábiles, eso no significa que podamos empezar mañana. Los talleres de maquetas suelen tener varios proyectos en curso y no pueden detener su ritmo de producción esperando nuevos encargos. Por eso, si el plazo estimado es de 40 días, lo más sensato es encargarla con al menos 60 días de antelación.
La previsión no solo asegura que tu maqueta esté lista a tiempo, sino que también permite trabajar con margen y calidad.

Qué factores afectan directamente los plazos de entrega
No es lo mismo una maqueta estática que una con sistemas interactivos. Cuanto mayor sea la complejidad técnica, más tiempo necesitaremos para desarrollarla y probarla con garantías.
Las maquetas que incorporan iluminación, sensores, automatismos o controles táctiles no solo requieren más trabajo de montaje, sino también una etapa intensiva de pruebas. Incluso cuando reutilizamos tecnologías ya conocidas, cada proyecto tiene usos distintos, y eso nos obliga a rediseñar y validar desde cero.
Diseño, escala y acabados: elementos que modifican los tiempos
A veces, un pequeño cambio en el diseño puede representar horas o días adicionales de trabajo. Elegir una escala muy detallada, pedir acabados realistas o incluir elementos móviles implica mayor dedicación y cuidado en cada fase del proceso.
Cada decisión estética o funcional impacta directamente en en los plazos de entrega para maquetas profesionales. Por eso es clave evaluar bien qué nivel de detalle necesita tu maqueta en relación al uso final que tendrá.

Cómo agilizar el proceso: consejos para clientes previsores
Entrega documentación clara, limpia y bien organizada
Uno de los errores más comunes al encargar una maqueta es subestimar la importancia del material técnico que se entrega. Cuanto más claro y depurado esté todo, más fluido será el trabajo del maquetista.
Si puedes, prepara:
Planos arquitectónicos o técnicos limpios, sin cotas ni capas innecesarias.
Modelos 3D exportados con lo esencial, eliminando mobiliario o elementos irrelevantes.
Instrucciones de funcionamiento claras, especialmente si se trata de maquetas interactivas.
Este esfuerzo inicial puede ahorrar días —o incluso semanas— de trabajo, evitando interpretaciones erróneas o correcciones posteriores.
Anticípate: contacta con al menos 2 meses de antelación
En la fabricación de maquetas, la previsión es tu mejor aliada. Aunque el desarrollo pueda tardar 30 o 40 días hábiles, el taller puede estar comprometido con otros proyectos. Por eso, la mejor estrategia es anticiparse al menos dos meses antes de la fecha en la que necesitas tener la maqueta lista.
Esto no solo te asegura un hueco en el calendario del taller, sino que también permite abordar el proyecto sin prisas, con margen para revisiones, pruebas y mejoras si hicieran falta.

La visión del maquetista: sinceridad, tiempos y buen hacer
No fabricamos en serie, construimos a medida
Detrás de cada maqueta hay horas de taller, herramientas, decisiones y sobre todo, manos que trabajan con precisión y criterio. No seguimos recetas fijas, porque lo que hacemos no es producción en cadena, sino construcción a medida.
Por eso, cuando nos pides un plazo, siempre tratamos de darte una estimación realista, no optimista. Queremos que confíes en que vamos a llegar a tiempo, pero también que comprendas lo que hay detrás de cada día de trabajo.
Si colaboramos bien desde el principio, todo fluye mejor
La maqueta perfecta no nace solo del taller, se construye también desde la comunicación con el cliente. Cuando entendemos bien qué se necesita, cuándo lo necesitan y con qué información contamos, todo es más sencillo. Y cuando tenemos el tiempo suficiente, podemos hacer lo que más nos gusta: dedicarnos a los detalles, cuidar los acabados y entregar una maqueta que hable por sí sola.
Gracias por confiar en nuestro trabajo artesanal. Y sobre todo, gracias por preverlo con tiempo.

¿Te ha gustado este artículo?
¿Quieres ver otros post similares?

